miércoles, 2 de diciembre de 2009

La Sociedad de los Poetas Muertos

La película trata de la historia de seis chicos que pertenecen a una de las academias más prestigiosas en EEUU, la Academia Walton. Se inicia el año académico con una ceremonia formal, típica de esta tradicionista academia, en donde cuatro postulados marcarán la vida de los jóvenes. Tales valores son los siguientes: “Tradición, Honor, Disciplina y Excelencia”.


La historia comienza con la llegada de un excéntrico profesor, Mr.Keating (Robbie Williams), quien según el guión de la película, es quien nos introduce al universo de La Sociedad de los Poetas Muertos. Mr. Keating es un hombre alegre que lleva a los alumnos a no ceñirse a la estricta disciplina de la escuela, es también amante de la poesía, por lo cual llevó poco a poco a inculcar a sus alumnos sus conocimientos y ha enseñarles que deben luchar por sus ideales.

Los alumnos al encontrar a este profesor poco común decidieron averiguar sobre su pasado y encontraron que fue miembro de un grupo llamado “La sociedad de los poetas muertos”. Ellos al descubrir de lo que se trataba la sociedad decidieron revivirla.
Mr. Keating poco a poco les va explicando el sentido de la vida haciendo comparaciones con alumnos antiguos de la escuela, y los alumnos comprenden que el tiempo es lo más valioso que pueden tener y deben aprovecharlo dándoles sentido a sus vidas.


Tras una serie de acontecimientos, entre ellos la muerte de uno de los chicos, quien no encontró otra forma de enfrentarse a su padre y menos contrariarlo, decide suicidarse para mostrarle a su padre impotencia que sentía ante la arbitrariedad imponerle un futuro no deseado, la directiva logra que varios de los que formaban la Sociedad de los poetas muertos culpen a Mr.Keating de haber causado la muerte de Neil Perry.Logrando que el querido profesor sea eliminado del grupo de docentes de la academia.

Ya cuando todo esta listo para la retirada del profesor, el entra en la sala para sacar todas sus cosas, es aquí cuando repentinamente Todd Anderson se levanta y dice que los obligaron a firmar. Al ver sus compañeros esta reacción todos se pusieron sobre las mesas diciendo: “Oh Capitán, mi Capitán” al que el profesor responde con una breve y simple frase, pero que deja caer toda la gratitud, ya que no desecharon lo que él les enseñó e hicieron del Carpe Diem una de las armas más letales contra sociedad opresora: “Gracias muchachos, gracias”.

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